
Era una bala por la banda derecha y tenía una gran precisión en los centros. Siempre tuvo una gran forma física pero la mala fortuna se cebó con él en los últimos meses de su carrera deportiva.
Tras retirarse del club blanco se marchó al mexicano Atlético Celaya, donde estaba su gran amigo Emilio Butragueño. Estuvo una temporada en el club mexicano y colgó las botas porque una lesión que tuvo en el Madrid le pasó una factura muy alta y negativa.