
Pero el que se ganó el fichaje fue el Real Madrid donde Camacho aterrizó 1973 para el equipo filial, el Castilla, pero su actitud ganadora y sus buenas actuaciones le llevaron al primer equipo a la campaña siguiente. Después de cicno años, tuvo una grave lesión y estuvo dos años fuera del equipo. Cuando nadie pensaba que volvería a jugar, el macho Camacho desmostró que está hecho de una pasta muy dura.
Aunque el Madrid jugaba más de lateral izquierdo, tuvo grandes noches marcadas por los marcajes a los delanteros centros rivales.
Su otro equipo del alma fue la selección española.